Red de redes

Con el auge de la web 2.0 comienza a plantearse la unificación de contenidos y actualizaciones en una sola aplicación.

¿Imaginas no tener que logarte en 20 webs diferentes y tenerlo todo centralizado?


En cuanto me siento frente al ordenador abro Hotmail, después facebook, luego twitter, más tarde blogger y acabo en You tube tras seguir el enlace de un mail que me han envíado. Basta.

Necesito logarme como poco 5 veces en diferentes aplicaciones cada vez que me conecto. Y además, de cada aplicación sólo me interesa un contenido específico. En You tube busco las actualizaciones que me han llegado de las suscripciones que me interesan. A través de Facebook realizo el seguimiento de mis páginas y visualizo las estadísticas de publicaciones y el fin de semana comento las fotos de mis amigos y conocidos. En Twitter cuelgo cada actualización de cualquiera de mis blogs y me bastaría con poder insertar el texto porque no sigo a ningún twittero en especial. En blogger accedo a mis blogrolls para ver que hay de nuevo en cada uno de las bitácoras que leo. Y en Spotify pongo la lista de reproducción de algún amigo para amenizar la larga velada de logarme y deslogarme.



¿Puede darse la convergencia de todas las actualizaciones de herramientas como éstas en solo portal online? Una especie de igoogle donde con un solo loggin puedas acceder y personalizar todo tu mundo 2.0. Un conjunto que englobe al resto. Algo que además no me haga ir a google para buscar cada una de las herramientas cuando no estoy en mi ordenador y no tengo acceso a mi menú de favoritos. Una personalización de lo personal.

Me encantaría poder dividir en cuadros la pantalla y poder acceder de un solo vistazo y sin cambiar de ventana todo lo que me interesa y sólo eso. Lógicamente esta noción implica una serie de desarrollos técnicos para los cuales tendría que obtener el consenso de todas las aplicaciones que desee mostrar.

Lógicamente, a ninguna red le va a interesar desviar sus lucrativas visitas a una sola plataforma. Solo hay una forma: que todo esté ahí. Los creadores de redes hablan y hablan de fidelización cuando en realidad la mente social de la generación 2.0 no se rige por parámetros de conducta fácilmente observables, clara y previsiblemente lógicos. Obedecen a tendencias de usabilidad, moda o efecto borrego.

Cuántas veces hemos oído eso de “yo estoy en tuenti porque mi gente está en tuenti”. Pues las propias redes actúan de la misma forma. Hablan de una comunicación global pero no dejan de estar segmentadas. Pero al final funcionan como nosotros. Todas incluyeron una opción de chat cuando vieron que eso funcionaba. Porque todas temen perder el tren de la moda online. De hecho estoy convencido que todas ellas pagan ingentes cantidades de dinero a cool hunters, social guiders o community managers cuya función principal es observar y analizar todo lo que implementan el resto de redes de la competencia. Como decía Nafría, “El usuario es el rey”. No nos dejemos guiar por republicas temporales. Enarbolemos la bandera del usuario libre. Nosotros tenemos el poder, sólo nos falta tener la razón.


Sería útil que un usuario pudiera recomendar, tal y como ahora recomienda un video de You tube a un amigo, un determinado aspecto de una red social o una aplicación de bookmarking o de microblogging. Imaginemos leer: Laura te ha invitado a ver en Facebook el video de su boda. Sin loggin, sin registros. Sólo recomendaciones. ¿Por qué mi madre tiene que hacerse de Facebook para ver los enlaces de mi perfil? Todos pensareis, por seguridad. Pero lo cierto es que no se limita por eso y desde luego que esa no debería ser la única razón de acceso a esas redes. Ampliemos esa franja de seguridad. Apliquemos un marco común, una especie de Naciones Unidas de redes. Un loggin universalmente reconocido por todas las aplicaciones a través de un modelo de seguridad basado en una sola web.

Conozco usuarios de Facebook que no tienen publicaciones, apenas tienen fotos y no detentan ningún tipo de actividad reciente. ¿No será porque dentro de su círculo no tienen ningún usuario que realmente explote todas las herramientas de que dispone cada una de las redes sociales? ¿No será porque no han visto todo lo que se puede hacer en ellas? ¿No será porque no saben como hacerlo? Mi madre, por ejemplo ahora se está incorporando a esto de la web social y pese a ser bastante joven e inteligente no llega a asimilar cuales son las vías o mecanismos para colgar un video y no conoce la diferencia entre exportarlo de you tube o cargarlo desde el ordenador. Simplifiquemos. Editemos una página para que todos los personajes de barrio sésamo puedan entender los entresijos del social media.

Y puestos a recomendar démosle ese poder al usuario. Tal y como comenté en un post pasado acerca de “periodismo y anunciantes”: ¿Por qué no plantear la introducción de una publicidad recomendada? Para invitar a tus amigos de Facebook por ejemplo a ver tal propuesta o tal producto. ¿O por qué no elegir uno mismo los banners que aparecen en tu perfil? ¿Y qué tal si eso supone algún ingreso para el usuario en lugar de enriquecer las arcas de las propias redes? Nadie conoce mejor los gustos de sus amigos que uno mismo. Pues todo esto sería posible con una red de redes. Una galería social. Un escaparte interactivo. ¿Una utopía?

Amel Fernández
20:12h

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